jueves, 11 de junio de 2020

Con mi ojo abierto



¡Como cuesta en la mañana
Despegarse de la cama!
Apenas con un ojo abierto
me pregunto si estoy despierto
o aun soñando en piyama.

Me tengo que levantar,
ya sonó el despertador.
Un nuevo día me espera;
asomo una pierna afuera
Y rápido la vuelvo a guardar.

Mamá aparece en escena,
yo me tapo con la almohada
-¡Hay que arrancar dormilón!-
me dice casi enojada

-La noche se hizo para dormir-
le respondo sin dudar,
ella contesta entre risas:
-¡el día se hizo para jugar!

Dejo asomar mi nariz,
una mano, una oreja,
la luz me molesta en los ojos,
pero mamá no acepta mi queja.

Me siento despacio en la cama,
me estiro, me desperezo
y doy inicio a mi día
con un último bostezo.

¡Ahora a sacarme el piyama!
mmm…mejor me lo dejo.

Me pongo la ropa arriba,
seguro nadie se entera,
y con dos pares de pantalones
salgo rumbo a la heladera.

¡Papá preparó el desayuno!
(lo veo con mi ojo abierto)
hay un montón de cosas ricas…
¡ahora si ya estoy despierto!


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