lunes, 7 de junio de 2010

Evito confesar
que te estoy esperando...
La noche me atrapo y ya no me deja.

Cada gota en la ventana te refleja
y a lo lejos, las nubes grises
traducen lo que no dices
a un cielo que nos aleja.

Y pese al eco del silencio,
tras superar el insomnio,
volviste a mi entre sueños
rodeado de mil demonios.

Quizas haya sido intuicion,
tal vez fuera culpa del miedo.
Desperte sola en la madrugada,
el alma prendida fuego.

Y te deje abrazado a ella,
en un mundo de fantasia
mientras mi cama vacia
se llenaba de desvelo.

Temo dormir y encontrarlos,
busco al recuerdo un consuelo.

Y todavia no quiero admitirlo
me esfuerzo en disimularlo,
pero no puedo evitarlo

te espero...

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