Finges.
Y aunque lo sé,
mi alma se estremece
cuando te miro a los ojos.
Erudito en el arte de vender ilusiones
Y compartir un gozo efímero.
Sin anclas ni puntos de partida,
sin más demandas que el presente.
Habitué de lo fácil y superfluo:
tu debilidad latente.
Errabundo.
Prófugo de la verdad
que se disfraza en tu boca.
Mis manos se equivocan
Y acarician las tuyas…
Me contemplas absorto
Entre sorpresa y espanto.
Ni siquiera te esfuerzas en mentirme…
La tenue luz del alba,
enmudece mi llanto.
Antes de que amanezca
debo irme…
Descubro tu estrategia
y lo que callas,
oculto tras tu cómplice sonrisa.
Escapo de prisa
Aplaco mis instintos.
Si estuvieras solo
Sería distinto…
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