martes, 11 de mayo de 2010

Trapitos al sol en Altamar 6

Friday – Navegación 06-06-08

Este ritmo de vida descajeta a cualquiera. Ya no sabía ni por dónde empezar a escribir, porque todo lo que hacía en el día era trabajar.
Amanecí 10 menos cuarto. Salí corriendo al bar y trabajé en Plaza de 10:30 a 13:30. Bajé a comer, dormí media horita y me fui al Bar Marina de 15 a 17:30 (¡como si los horarios no fueran lo bastante jodidos, yo encima me equivoqué y trabajé una hora de mas!). Que boba. Salí de Marina, me cambié y subí a Plaza de nuevo, de 18 a 2 de la mañana.
Podría decir que pese a las largas horas lo pase bien gracias a la gente. Conmigo en el bar estaba trabajando Dieguito, un brasilero de veintipico de años que es un amor. Me enseñó todo, me tuvo mucha paciencia. Los clientes ese día también me tocaron copados: un grupo que no paraba de tomar tequila, al punto que se los terminé sirviendo en tacitas de café porque ya no tenía más chupitos (al mejor Pullmantur Stile), un señor que nunca supe cómo se llamaba pero que para mí era el del “Larios con Cola” y que por cierto se esforzaba en chamullarme, y el viejo Rafael, otro personaje. Rafael me presentó a toda la familia (que no eran pocos) y me cantaba tangos sentado en la barra. Al menos lo pase bien.
Llegué a la cabina a lavar el uniforme y como si fuera poco a limpiar el baño porque al otro día había “cabin inspection”. Seguramente a lo largo de la noche me mandé alguna, pero a las 4 de la mañana ya no tenía ni fuerzas para acordarme.

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