viernes, 11 de junio de 2010

Trapitos al sol en Altamar 18

Santorini- Martes 17-06-08

Agotada. El alcohol en sangre no es bueno. A las 11 menos cuarto estaba trabajando en el Plaza, y a los 15 minutos me llamaron para “darme banana” porque mi horario era en Marina y no en Plaza. Como el uniforme es diferente, tuve que salir corriendo a mi cabina, cambiarme en tres segundos y volver a subir a Marina.
Ahí me tocó hasta las 4 de la tarde. Como castigo me mandaron a la “wine station”. Una mesita que estaba al lado de la pileta, separada de la barra, en medio de la nada misma y al rayo del sol. Sirviendo sólo cerveza y vino a los pasajeros que osaban asomarse cada muerte de obispo.
Siempre digo que manteniendo semejante ritmo de vida, uno aprende a aprovechar los minutos de sueño al máximo. En mi casa nunca quise tirarme a dormir la siesta si no tenía al menos dos horas para dormir, porque decía que de dormir menos, me levantaba de mal humor. En el barco, he llegado a dormir diez minutos y levantarme totalmente renovada.
Ese día, cuando bajé de Marina, me acosté media horita, me tomé un cafecito con pan con manteca y a las 6 y 20 volví a abrir Harry´s.
La única ventaja de ese bar de porquería, que detesté durante las dos semanas que me tocó estar encargada, era que a la 1:15, en un día normal, ya estabas afuera.
Pasé por la disco a saludarlo a Rafita, nos fuimos a fumar un puchito al 7mo y de ahí a la “Crew Party”. ¿quién dijo que no había diversión para los empleados? Las Crew Partys se hacían más o menos una vez por mes. De los 600 tripulantes, los 300 que podían se compactaban en el Crew Bar, se tomaban dos cervezas cada uno (el límite máximo permitido para que no te bajen por Alco Test), bailaban tres canciones y a la cama. Con el detalle de que las fiestas terminaban a las 2 de la mañana, por lo que la gente del bar rara vez podía asistir.
Después de bailar 5 canciones, apurar dos cervezas y morirme de calor un rato, volví a mi cabina a llamarlo a Rafa, que seguía trabajando. Me pidió que lo espere en su cabina hasta que termine. ¡Como si viviera sólo!. Me pareció un desacatado, ¿cómo me iba a meter con SU llave, en SU cabina, a charlar con su compañero y esperarlo como si estuviera en mi casa?
Me dormí a las 3:30, sola en mi cama. Como una nena buena. Como una de las pocas veces que sería una nena buena.

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