martes, 13 de julio de 2010

¿Lo dije o lo pensé?

Cuanta crueldad. ¡Una hora esperando ya! Si va a ser asi al menos que compre un futón como la gente, unas almohaditas y mantas como en los aviones y entonces uno al menos se duerme una siestita mientras espera. Como si yo no hubiera hecho nada en todo el día, ni tuviera todavía cosas por hacer. A mi no me parece…
Una hora y cuarto de mi tiempo gastada en nada, sentada en esta sillita que es peor que la silla eléctrica. La espalda me está quedando a la miseria y el que te heidy ni te cuento. Debe ser a propósito, claro. Salís de la sala de espera con la espalda a la miseria y entonces sacás turno con el kinesiólogo, así se van cuidando los laburos. Ahora, ¿el que te heidy quien me lo arregla? Y ¿a mi el laburo quien me lo cuida? Si me la paso pidiendo de salir antes o entrar mas temprano porque tengo turnos de acá y de allá. Y no son turnos de esos de dos horas que al menos resultan placenteros, no. Estos son turnos en donde te hacen esperar una hora, para en cinco minutos darte todas las pálidas juntas. Turnos en los que no solo no te dan placer, sino que te suspenden el chocolate, los fritos, la birra y la buena vida. Y alegan que todo eso es para tener una larga vida… ¡Por favor! ¿No escucharon nunca que “lo bueno si breve dos veces bueno”? Si al menos pudiera fumarme un puchito mientras espero…pero ya ni eso. Encima ni una revista hay en este consultorio, al menos una paparazzi vieja podría tener ¿no?
Ya llevo una hora y media, ¿pensará que con el tiempo de todos los pacientes tiene que compensar las horas que se pasó con el culo pegado a la silla para lograr el titulo? ¡Yo no tengo la culpa de que haya elegido esta profesión, y suficiente con lo que me curra la consulta como para encima robarme mi tiempo!. Al menos no soy yo sola. Claro, si fuera ya sola ya me hubiera atendido, pero no, somos cinco, y cinco que se renuevan. Sale uno y entra otro, ¿atenderá hasta media noche? Yo pienso: cinco personas, pongamos diez, en esta hora y media que hace que estoy sentada en esta “silla”, a una hora y media promedio por persona, da un total de quince horas hombre, o sea, casi dos días de trabajo perdidos! ¿El gobierno se dará cuenta de la pérdida económica que representan los médicos?
Una hora y cuarenta y cinco. Son casi las nueve de la noche cuando por fin me llama: “del Campo…”
Me paré de la pseudo silla con el culo a la miseria, lo miré a los ojos y en lugar de saludarlo le solté una sarta de puteadas que ni yo sabía que llevaba dentro.
-del Campo, -contesté- prefiere morirse de hepatitis que atenderse con un egocéntrico arrogante, que piensa que el tiempo de los demás no vale, y que lucra con la salud ajena y no es siquiera capaz de comprar una Paparazzi para conservar la salud mental de sus pacientes. Así que rata de puerto, puede atender a su vieja si se le antoja, pero yo me las pico…
-Adelante, por favor-Dijo mientras me daba la mano.

lunes, 5 de julio de 2010

Monologo

Aqui, en donde nos encontramos la ultima noche que nos vimos. La ultima vez que estuvo bueno, ¿te acordas?. Si, si, estoy aqui, y te recuerdo.
¿Que si puedo evitarlo? Bueno...no estoy segura de poder, si se que quisiera. Y es que despues de ese recuerdo tan lindo aparece una larga saga de desplantes tragicomicos que me arrastran a la angustia.
Aqui estoy, y espero el pedido como ese dia, solo que sin la ilusion de verte. Espero sabiendo que no vas a dar vuelta la esquina para compartir una empanada conmigo. La ultima vez, ese dia que estuvo bueno, habia sido pizza, aunque la pizza era lo de menos, la excusa. Era tan tarde que mientras esperaba cerraron el local y terminé esperando detras de la reja. Era media noche, y todavia no arrancabamos si quiera a romper el hielo. Al otro dia madrugabamos los dos, pero no habia reloj que pudiera condicionar el momento.
Yo estaba tensa, quizas por tantos deseos reprimidos de dormir abrazada a tu espalda.Creo que tambien estabas un poco incómodo, aunque no debe haber sido por la misma causa.
Cuando terminamos la pizza nos hundimos en el sillon, todavia sin mirarnos a los ojos mas de tres segundos de corrido. Pese al hueco de los almohadones que se hundian en el centro del sofa, tu cuerpo y mi cuerpo soportaban la gravedad y se erguian cada uno en una punta opuesta. Asi te di tu regalo de navidad que seis meses despues, todavia conservo intacto, colgado detras de la puerta.
Nos fuimos a dormir y no dormimos. Tus caricias me sorprendieron por la espalda en el instante mismo en que habia dado todo por perdido. Tu condicion de hombre, mi ilusion de cuentos romanticos, de principes azules y cenicientas. Calmste la tensión de mi cuerpo estrujandolo entre tus brazos y volviste a ser parte de mi como hacia tiempo no lo eras. Duró lo que dura una noche.
Y qué paso despues no lo se. Quizas deberias terminar vos de escribir esta historia. Solo puedo decir que espero mis empanadas, sentada en el cordon de la vereda y a mi lado se sienta la tristeza a hacerme compañia. Que el sabor de tantas sonrisas que me robaste se pudrió con el gusto rancio de los desencuentros. Que contaminaste las calles con tus recuerdos y mis dias con cientos de incognitas.
Y qué paso despues, no lo se...

Trapitos al sol en Altamar 31

Atenas- Lunes 30-06-08

Me atrasé un poco en los escritos. Si, si, debo confesarlo. Y bueno, es lógico ¿no?. No es fácil levantarse todos los días temprano, trabajar 11 o 13 horas, aprovechar el tiempo libre para pasarla bien y encima, antes de dormir a la madrugada, dedicarle media hora a escribir. Muchas veces se me pasa. Se me escapa el instante y cuando quiero hacer memoria solo quedan vagos recuerdos. Hoy fue uno de esos días.
Sé que bajé temprano al puerto para intentar conectarme. Como no pude, volví al barco y simplemente: pagué.
A las 12 subí a trabajar a Marina. A la tarde en cambio, me tocó en Casino con Caco, pero como el movimiento de la gente es impredecible, así también lo era mi destino: me mandaron de nuevo a Marina y finalmente a la disco hasta las 3 de la mañana.
Solo recuerdo que terminé agotada, me di una ducha rápida y me fui a dormir.

Trapitos al sol en Altamar 30

Mykonos- domingo 29-06-08
“…Vamo´pa´la plaia…a pasala bien con lo´friends y si tu quieres venir, ven tu también. Plaia. Ia tengo mi chor y mi toaia, el que no quiere venir que no vaia.Plaia…”
Cantando por las calles partimos Caco, Cristian, Victor, rafa y yo. A la Crew Beach. Estuvimos unas horitas, de 10 AM a 2 de la tarde. Tiempo suficiente para tomarnos como 5 cervezas cada uno. Nos metimos al mar, tomamos solcito, sacamos fotos, boludiamos de lo lindo y sin muchas opciones, volvimos al barco. Llegamos justo para picotear un poco de las sobras del almuerzo y dormir una linda siesta. Bueno “dormir la siesta”, creo que hasta las 4 no dormí. Cuando Rafita se fue a trabajar, logré cerrar los ojos un ratito y a las 5 me metí en la ducha para eliminar los rastros de olor a alcohol y arena en el pelo.
Me volvió a salvar el mate, con esas increíbles propiedades energizantes que tiene. ¡Gracias dios por crear el mate!. Cuando abrí Harry´s por última vez a las 6:15 estaba como nueva.
De la noche no hay mucho para decir. Transcurrio, y ya, como suelen transcurrir las horas de trabajo a bordo. Terminé a la 1:30 y subí al 7mo un ratito. Me encontré con Majo y otro amigo de ella, también argentinos. Una agradable compañía.
A las 4 AM me obligué a dormir.

Trapitos al Sol en Altamar 29

Rodas- Sábado 28-06-09

A la mañana me tocó trabajar en Plaza. Desde las 10, hasta la una. Una vez más… ¡me quedé dormida!. Amanecí a las 10. Aja, a las 10. ¿Cómo hace uno para despertarse a las 10 y entrar a trabajar a las 10? No sé. Encima llegué al bar y a las 10:30 sonó la alarma del simulacro, así que vuelta a bajar corriendo, buscar el chaleco y subir los diez pisos por la escalera.
Finito el simulacro, finita la música, finito el trabajo, salí a dar vueltas por Rodas. Muy, muy lindo. Saqué algunas fotos y sólo seguí la rutina: me tomé una cervecita para probar la local, en este caso: Mythos. Rica la mythos, si, si.
Harry´s me absorbió una vez más de 6:30 a 1. Por primera vez pude ir a una “Crew Party” y no llegar para los aplausos. Es más, con decir que todavía quedaban cervezas de las que regalan para los tripulantes y llegue a agarrar algunas. Me quedé un ratito haciendo sociales, charlando por aquí y por allá, y si, de chismes, de algo hay que vivir. Me quedé esperando a Rafita y nos fuimos a dormir como a las 6:30 de la mañana. ¿Qué vida no? Al final, una vez que salgo temprano me quedo de parranda y me acuesto a cualquier hora…

Trapitos al Sol en Altamar 28

Santorini- Viernes 27-06-08

Me equivoqué. Cosas que pasan…y que a mí me pasan bastante seguido. La noche anterior puse el despertador a las 4:30, pero como no había adelantado el celu, sonó a las 5 y media de la mañana. Pensé que Rafa ya estaría durmiendo, pero el que no arriesga no gana, asi que me puse un buzo arriba del pijama y me crucé a su cabina. Eso es lo bueno de vivir a un pasillo de distancia.
Por suerte lo encontré despiertito, así que traté de coordinar 4 palabras antes de volver a cerrar los ojos, esta vez, en su cama.
No me dio mucha tregua. A las 10 am me estaba despertando de nuevo. Matutino, y salimos para el Gangway a buscar a la chilena para salir a dar una vuelta. Como nos desencontramos, Rafa y yo nos quedamos haciendo tiempo en el Crew Bar para darle una oportunidad de aparecer, cervecita de por medio, esperamos un ratito, y nada.
A la una finalmente salimos. En Santorini, el barco nunca atracaba en el puerto, sino que “fondeaba”. Obviamente cuando llegué no sabía la diferencia, así que doy por sentado que ustedes tampoco la saben. “Atracar” es en el puerto, sobre la costa, en cambio “fondear” es tirar el ancla cerca de la costa pero a una distancia considerable. Esto implica que cuando fondeas, para llegar a tierra firme es necesario tomar un “tender” que es una lanchita más chica. En el casi de los 1800 pasajeros que llevaba el Zenith, el tender hacia unos cuantos viajes de ida y vuelta.
Una vez en Santorini, nos tomamos el teleférico para ir hasta el centro. Santorini es una isla con forma de colina, y el pueblo está construido sobre la cima. Cuando uno llega a la orilla no hay nada. Solo un restaurante y alguna casa de souvenirs, pero lo lindo está todo arriba. Para subir hay varias opciones: caminando (por una escalera de un millón de escalones), en burro (que es la clásica para turistas) y en el teleférico. La más usada por nosotros siempre fue el teleférico, no solo por ser el método más rápido, cómodo y económico, sino también porque no daba llegar a trabajar ¡con olor a burro!.
Comimos unos pita giros rapidito, lo acompañé a Rafa a comprarse unas zapatillas y a las 3 estábamos de nuevo en el barco. ¡Como rinde el tiempo cuando uno simplemente no lo tiene!. Subir, comer, pasear, comprar, bajar, y tomar el tender, todo en la módica suma de dos horas.
La felicidad duró poco tiempo. A las 6:30 Harry´s me esperaba para un día mas de trabajo.

Trapitos al sol en Altamar 27

Navegación- Jueves 26-06-08

Otra vez tocó el día pesado. Lamentablemente una vez por semana, si o si, ¡toca navegación!
Arranqué en Marina de 12 a 17. Estuvimos a 3 manos todo el tiempo, no paré un solo segundo: que mojitos, que caipiriñas, calimochos y pacharanes. El calimocho, ¿ya les expliqué en qué consiste?. Cuando me lo pidieron la primera vez ¡no lo podía creer! Resulta que para refrescarse en el verano, los españoles toman vino tinto con coca cola. ¡Con coca cola! Si se cruzaran con un mendocino, los mataría. Pero ahí estaba yo, contra mis principios, agregándole coca al vino o en su defecto limonada para hacer el famoso “tinto de verano”. (¡Lo peor de todo es que al final del crucero me terminó gustando y me he tomado mis tintillos tío!).
Dado que me gusta trabajar bajo presión, la mañana estuvo divertida. Sali de Marina a las 17, me di una ducha para matar los calores, comí algo al pasar, me cambié, y vuelta al ruedo en Harrys.
Como dirían los Hondureños, “¡noche de la verg..!”. Y si, para ellos es casi como el boludo para nosotros, así que dado el entorno me siento apta para utilizar el término. No había un solo vaso en todo el barco. Como si fuera poco, a las 10 de la noche jugó España la final de no se qué campeonato, y pasaron el partido en el Broadway para la multitud. Cada pasajero se aposentó en el teatro con su cubata, y los pocos vasos que había quedaron encarcelados en el teatro.
¡Para que contar lo que fue el final del partido!. Ganó España. ¿Les dice algo? Todos los borrachitos cantando “viva España” y acodados en la barra pidiendo tragos. Gente que iba y venía… “¡viva España!”, “Ala Tio”, “Ponme un cubata guapa”…y yo que no tenía un solo vaso donde servirles.
Para culminar la noche, la última mesa llegó a la una menos 5. Si, si, cinco minutos por reloj, antes de que yo cerrara. ¿Y qué me pidieron?...¡nueve mojitos!...¡¡Nueve!!.
No se si fue lo que tarde en encontrar 9 vasos, o lo que me llevó escaparme, pero terminé saliendo a la 1:30 am. Subí al 7mo a tomar un poco de aire, respiré profundo unas cuantas veces y me fui a dormir un ratito, con el despertador puesto para mudarme con Rafa cuando el terminara de trabajar a las 4:30 de la mañana.