martes, 29 de marzo de 2011

Un cuento para Wilson...

Vivian en un mundo paralelo, el mundo secreto de los principes y las hadas. Alli todo era de cuento, claro, pues esa era la funcion de aquellas tierras: recibir a los niños dormidos, para pasear en sueños por un lugar lleno de magia y fantasias.

El mundo de los principes y hadas cumplia esa funcion durante las noches, a veces, muy esporadicamente, un ratito tambien por las tardes, cuando los mas pequeñitos daban un paseo veloz en la hora de la siesta. Cuando no recibian visitas, aquel era un lugar corriente, muy pintorezco por cierto, donde los habitantes iban a la plaza, lavaban sus trajes de nobles, visitaban amigos o iban a conciertos. Un pueblo como cualquier otro.

Habia algunas reglas en aquel mundo distante quer eran claras e iguales para todos. No importaba si eras Rapunzel, Blanca Nieves, Peter Pan o Fiona: en aquel mundo lleno de amor, estaba prohibido enamorarse. Habia quienes habian nacido ya en pareja, claro, por ejemplo Shrek y Fiona; no habia problema con ellos. Pero quien habia llegado alli solo, asi debia permanecer.

En algun punto resultaba entendible. Imaginen a Peter Pan de la mano con Caperucita Roja, muchos niños hubieran entrado en estado de crisis al verlo, pero en este caso ellos no eran personajes famosos, nadie jamas los hubiera reconocido, y no pudieron evitarlo.

El era un principe del cuento de Aladdino (nunca supe bien donde quedaba aquello) pero se que tenia una increible habilidad para la percusion -quizas Africa, Marruecos o Arabia-. Surfeaba por los aires con su alfombra voladora, contemplando todo desde lo alto.

Ella era un princesa polaca de la que nadie sabia demasiado. Se comentaba que habia sido secuestrada por piratas corsarios y viajado alrededor del mundo como su prisionera. Çera por eso que jamas se aferraba a nada, estaba habituada a dejarlo todo de la noche a la mañana. Se la veia pasear por su mundo de fantasia con la maleta a cuestas, por si caia nuevamente en manos de la mafia del mar.

No se como se conocieron, pero si tuviera que describir sus numerosos encuentros tardaria toda una vida. Ya saben como son estos personajes: inmortales.

Quien sabe cuantos años haya durado su romance a escondidas de los ojos del pueblo. Se juntaban a orillas del mar a contemplar las estrellas en silencio, a veces él tocaba los tambores y ella bailaba sobre la arena a su ritmo. Asi pasaron meses, años, tal vez siglos, escondiendo su amor de los ojos del pueblo, de los otros principes y princesas; jugando un juego prohibido.

Los cuentos se seguian escribiendo, y en aquel mundo lejano ya no habia lugar para tanta gente. Los controles de seguridad se pusieron mas estrictos y se aplicaron castigos a cualquiera que rompiera los codigos. La medida mas drastica fue el exilio; la mejor solucion para acabar con la superpoblacion del planeta fantasia. Una vez al mes, a las 2 de la tarde, se juntaba a todos los infractores en la plaza del pueblo. Alli estaba la famosa puerta redonda, que al cruzarla los llevaria directo al planeta Tierra, de donde jamas podrian volver.



Despues de mucho pensarlo decidieron acabar con su agonia. Pusieron todo en juego, lo arriesgaron todo. El Planeta Tierra se veia gigante dede lejos, seguramente fuera aun mas gigante de lo que parecia y no sabian en que parte de el podria “caer” cada uno. No les importó. Sabian que no podian seguir reprimiendo lo que sentian por el resto de la eternidad.

La estrategia resultó casi como lo habian planeado. Poco antes de la noche de Navidad, gritaron su amor a los cuatro vientos y se hicieron ver por las calles besandose y reindo como locos. Unos dias despues, a las dos de la tarde, él cruzó la puerta redonda.

A ella la retuvieron dos años, para que fuera peor el castigo. Después de pasar las terceras navidades sin su principe, atravezó también la puerta.



Solo supe que se criaron muy lejos. Ella jamas conoció su tierra, ni él los pagos de su princesa. Alguien me dijo que volvieron a encontrarse, casi por casualidad, no hace mucho tiempo. Sus almas se reconocieron enseguida, ellos se estar redescubriendo.

viernes, 18 de marzo de 2011

Teresita Tucita Capitulo 7- PArte V (x Oscar Garcia)

"...llevate contigo mis heridas avientame y dejame mientras yo contemplo tu partida en espera de que
EL ESTADO DE INCERTIDUMBRE ES UNO DE LOS PEORES SENTIMIENTOS QUE UNA PERSONA PUEDE TENER, CLARO SI A ESO SE LE PUEDE LLAMAR SENTIMIENTO, PUES UNO SE ENCUENTRA FRENTE A UNA DUDA, SORPRESA O PERPLEJIDAD EN RELACIÓN A UNA DETERMINADA SITUACIÓN, UNO ESTA ENTRE LA CONFIANZA, SEGURIDAD O FE EN LA VERDAD DE ALGO, PERO TAMBIÉN PUEDE AFECTAR NUESTRA CREENCIA, O FE, ESTA NORMALMENTE SE CONVIERTE EN MIEDO O EN ANGUSTIA DE ALGO QUE DESCONOCEMOS Y PERCIBIMOS.

AL SALIR DEL LUGAR EN EL CUAL LLEGÓ A HOSPEDARSE, ÉL SE ENCONTRABA JUSTO EN ESE ESTADO EN EL DE INCERTIDUMBRE Y CON ESE ÁNIMO SE DIRIGIÓ HACÍA SU DESTINO, CON SUS MANOS TEMBLOROSAS Y FRÍAS, UNA Y OTRA VEZ VENÍA A SU MENTE LA PRIMERA PLATICA QUE TUVO CON SU AMIGA, QUE POR CIERTO, SE QUEDÓ SENTADA ESPERÁNDOLO EN EL CUARTO EN EL QUE AMBOS SE ENCONTRABAN, A PESAR DEL MOTIVO Y DE LAS CIRCUNSTANCIAS EN LAS QUE SE CONOCIERON ÉL NO PODÍA NI QUERÍA REPROCHARLE NADA, NO OBSTANTE DE TODO, ELLA SEA HABÍA COMPORTADO A LA ALTURA Y CUMPLÍA AL PIE CADA UNA DE LAS COSAS PROMETIDAS.

EN CADA PASO QUE DABA, MIL ESCALOFRÍOS RECORRÍAN SU ESPALDA, ESTABA A SIETE CALLES DE DONDE SEGÚN SU AMIGA LA ANUNCIADA SE ENCONTRABA, ERA VISIBLE, SUS EMOCIONES ERAN ENCONTRADAS, LO ANTERIOR ANTE LA EXPECTATIVA DE SABER CÓMO ERA LA MUJER QUE ESE DÍA TERMINARÍA CON SUS NOCHES DE ESPERA, ZOZOBRA, ANGUSTIA, E INCERTIDUMBRE, PERO TAMBIÉN ESTABA SEGURO QUE SI REALMENTE ERA A QUIEN ESPERA, CON SU LLEGADA POSIBLEMENTE COMENZARÍA EL PRINCIPIO DE SUS ÚLTIMOS DÍAS.


SIN CONOCERLA, EL SABÍA QUE ELLA ERA EL DILEMA QUE HABÍA ARRASTRADO POR ESTOS ÚLTIMOS AÑOS, Y SI NO ES ELLA?, NO HAY PROBLEMA PODRÍA ESTAR ANGUSTIADO POR MAS TIEMPO, IGUAL LA ANGUSTIA SE CONVIRTIÓ EN SU ESTILO DE VIDA, Y SI LO ES?, QUE MAS DA CONTINUARÍA ANGUSTIADO.

AL IR CAMINANDO RECORDÓ LA PLATICA QUE AÑOS ATRÁS HABÍA TENIDO CON SU AMIGA, DE CÓMO ELLA LE HARÍA SABER, QUE AQUEL MOMENTO EN EL CUAL AHORA ÉL SE ENCONTRABA, LLEGARÍA.

Y como se cuando llegara ese día?, –por eso no te preocupes déjamelo a mí, mira continua con tu vida como normalmente lo has hecho y por ese momento no te preocupes, puede llegar mañana, en un mes o en tres años o en cinco o treinta, llegará no tiene ningún caso que te ocupes de eso, eso déjamelo a mi–, sí pero, lo que yo quiero saber es como me voy a enterar de que efectivamente haz encontrado a la persona que te he descrito, –mira niño eso es mi trabajo, te encontré a ti o no? Cierto, verdad?, pues sí, pero hubiera preferido que no me encontraras y así ahorrarme este rato, –pues agradece a que ahora tu y yo estemos hablando y no que tu estés….–, tranquila compréndeme es solo que estoy nervioso, a decir verdad tengo miedo.

DE UNA MALETA DE CUERO MUY LIMPIA COLOR CAFÉ QUE ELLA LLEVABA, SACÓ UN TELÉFONO VIEJO, DE MADERA TAL VEZ DE UNOS CUARENTA AÑOS DE ANTIGÜEDAD, EL EQUIPO TELEFÓNICO ERA DEMASIADO ANTICUADO PERO BIEN CONSERVADO, TENÍA LA FORMA DE UN CAJÓN PEQUEÑO, QUE EN MEDIO CONTABA CON UN CIRCULO DE PLÁSTICO CON DIEZ ORIFICIOS EN DERREDOR, EN CADA ORIFICO HABÍA UN NÚMERO, CON EL CIRCULO PODÍAS MARCAR EL NÚMERO AL CUAL QUISIERAS LLAMAR, GIRÁNDOLO EN EL SENTIDO DE LAS AGUJAS DEL RELOJ HASTA LLEGAR AL TOPE, Y CON UN RUIDO SIMILAR AL DE UN ENGRANE RODANDO REGRESABA A SU LUGAR DE ORIGEN, TENÍA UN CABLE QUE CONECTABA EL AURICULAR AL PEQUEÑO CAJON, SU MONOFONO TENÍA UNA APARIENCIA DE MÁRMOL, Y CADA QUE DEPOSITABAS EL MONOFONO EN EL INTERRUPTOR HACÍA UN PEQUEÑO SONIDO COMO SI TRONARA UN HUESITO.

–Tómalo, se de la vida sedentaria que llevas, a partir de ahora llévalo siempre contigo estés donde estés, no te angustiare si algún día sonará este teléfono únicamente lo ara por noche, te lo digo para que no estés todo el día a la expectativa de el, ahora que, el día que suene por primera vez, sabrás que el momento que hemos pactado ha llegado, y la segunda vez que suene, prepara tus cosas, por que en la tercer llamada te diré a donde vernos–.

Llegué como siempre hasta la madre del trabajo, ya vivía acá en Quintana Roo, eran tal vez la 1:00 o 2:00 de la mañana por lo que ya era principio del día siguiente al viernes, estaba lloviendo, abrí el cajón sobre el cual se encontraba el teléfono que mi amiga me había regalado años atrás, ahora miraba ese regalo con naturalidad pues los primeros días me daba espanto verlo o siquiera pensar que yo lo tenía, los días, los meses y los años pasaron, ya era parte de la estampa diaria de las recamaras en las cuales llegaba a dormir, por ratos olvidaba para que lo tenía y cual sería su función.


Del cajón, tomé uno de los pequeños puros cubanos que solía comprar en la tienda Sanborn´s, los cuales consumía por que a mi parecer me quitaban el estrés, puse un poco de café a recalentar, y una vez que estuvo listo lo serví en una taza semi-ovalada, la cual es mas grande que el promedio, salí a fumar, no saben que agradable es tomar café y fumar un puro atajándote de la lluvia, tome mi reproductor de música localice el artista, después el álbum y revise cada una de las canciones.

En mi mente no tenía otra cosa más que trabajo, y esos momentos eran el ultimo pedazo de tiempo de las veinticuatro horas, que me dedicaba, no supe con que canción compartir ese rato de tranquilidad, así que una vez localizado el artista, me senté en la banca verde que esta afuera de mi casa y puse mi reproductor en el sistema aleatorio, los primeros acordes de la guitarra con los que comenzaba la canción me sonaban muy nostálgicos razón por la cual decidí dejar que esta avanzara “…Abrazame y muérdeme llevate contigo mis heridas avientame y dejame mientras yo contemplo tu partida en espera de que vuelvas y tal vez vuelvas por mi…” dejé que terminara la canción, que horror… que te suceda eso, no me gustaría estar en los pies de quien la compuso, que tendría que pasarte en esta vida para que esa canción te ajuste.

EN UNO DE LOS CHARCOS FORMADOS POR LA LLUVIA TIRÓ LO QUE SOBRABA DE SU PURO, AL CAER EN EL, ÉSTE HIZO EL SONIDO DE LA BRAZA HUMEDECIDA Y SOLTANDO PEQUEÑAS VOLUTAS DE HUMO SE CONSUMIÓ.

Entré a mi cuarto, tomé un baño, y saliendo, sin vestirme, me senté en un sillón a leer a lo más cinco páginas de la “Sombra del Viento”, prendí el ventilador pues el calor húmedo me asfixiaba, soy de tierras frías, al llegar a la pagina seis cerré el libro, me levante y lo dejé sobre una pequeña mesa, estiré cada una de las extremidades de mi cuerpo, despojé las sabanas limpias y blancas de la cama para meterme en ella, el ruido que producía el vuelo las libélulas nocturnas que custodiaban mi refugio me arrulló.
Quedé totalmente dormido.

Lo escuché a lo lejos, “sonó”, en un espasmo de horror desperté y quede sentado en la cama, no ahora, no estoy listo, otra vez no lo estoy, ““sonó”” por segunda vez, mi corazón se detuvo, me levanté no prendí la luz, me quedé mirando al teléfono incrédulo con asombro y miedo, después de tantos años ahora sonaba, de ser una antigüedad, un ornato, se convirtió en la espada que atravesaba mi garganta, recordé las indicaciones como si me las hubieran dado ayer, sabía que seguría, me paré enfrente de el y entre la obscuridad lo miraba con aprensión, deseando que no lo timbrara más.

Por tercera ocasión…. “““sonó”””.

Con un temblor incontrolable que no es provocado por el frio, levante la bocina, era en vano preguntar quien era, yo sabía quien estaba del otro lado, al poner el auricular en mi oído, el silencio se fue postergando poco a poco, se hizo aún más agudo.

CERRÓ LOS OJOS, RECARGÓ SUS DOS MANOS SOBRE EL PEQUEÑO MUEBLE EN DONDE ESTABA EL TELÉFONO Y AGACHÓ LA CABEZA CON LA MAS CLARA SEÑAL DE RESIGNACIÓN.


LA ENCONTRÉ… se escuchó.

martes, 15 de marzo de 2011

Teresita Tucita Capitulo 7- Parte IV (x OScar Garcia)

4:00 am,....... Traeme la noche no puedo estar
Entré al cuarto, pensé en aventar la mochila o lo hice?, no recuerdo, dejé las llaves en la vitrina, prendí la lámpara, y me senté en la cama, vi el cuaderno que llevaba en la mano, fui honesto conmigo, se me ha insinuado tantas veces, que ya perdí la cuenta, además fue un regaló de Olga, la rusa, son las tres de la mañana, mis ojos se cierran, apenas lo abrí quede inconsciente.

Al día siguiente me levanté de un salto, chingada madre, donde esta el otro tenis?, el dinero?, mis lentes? mi reloj……., eran las 13:00 horas, y toda la mañana desperdiciada durmiendo en mi cuarto, quería estar en la puerta de la entrada lo mas temprano para ver cuando saliera la chica del arete, que mas podía hacer, tome mis cosas y furioso conmigo, me fui a playa a dormir más, si, aún mas tiempo del que había dormido.

Todo mí día lo malbaraté en la arena, en una platica después en otra y en otra, la noche nos cayó me despido de mis ahora nuevos conocidos, olvide a la rubia por varias horas, quede de verme con una amiga de origen argentino, en el negocio de renta de ordenadores para el cual ella trabaja, la esperé y al ir a nuestro destino al pasar por uno de tantos bares de la 5ª, una pareja bailaba al ritmo de los sonoros sonidos de la salsa colombiana, recuerdo perfectamente el nombre de la canción (canoa rancha), la diversión la traían en la mirada, en su vida, en el tiempo, en la estancia, en el momento, en la noche.

Él poco cansado, ella sin calzado, mira que daban vueltas en su baile, cualquiera diría que eran una pareja de cubanos bailando, y no lo digo yo lo decía la mirada de cada una de las personas que pasaban a un lado de ellos, cada una de las personas que se encontraban en el bar del cual salía la música que ellos aprovechaban, por cierto dentro de ese bar (todos sentados).

Mira que pequeño es el mundo, era la joven de arete con su ya conocido acompañante, no hubo mayor reacción en mi solo pasé a un lado de ellos con mi amiga y continuamos.

Fuimos al bar blue bay, que esta a las orillas de la playa, la música no puedo negarlo era muy buena, mi amiga no se cansa de bailar, nunca le encontré el botón OFF, me pidió que la acompañara al baño, -vamos anda-, esa chica saluda a medio mundo, repentinamente, nooooo, otra vez ellos dos, en el mismo lugar, si tal cual, mi compañera argentina, se acerco a la ya conocida rubia y se soltó algunas palabras a su oído, - nunca supe que le dijo-, saliendo ella del baño saludo en la mejilla al compañero de nuestra rubia, no la cuestione al respecto, salimos de esa bar y fuimos caminar a la playa.


Caminamos y caminamos, la fui a dejar a su casa (cuarto amueblado), fue una larga despedida, al día siguiente partiría a mi ciudad.

4:00 a.m, al ir en la calle paralela a mi hostal ahora solo, nuevamente los vi, venían en dirección contraria hacia mi, el mi miró, ya no quise dar importancia alguna, total ya me partiría al día siguiente, al irnos acercando, el TOMÓ LA MANOR DERECHA DE ELLA PARA DESPUÉS PASARLA AL OTRO LADO, “…QUE CABALLERO dijo ella...”, alcance a escuchar. Fue la última vez que los ví y que supe de ellos.


Aborde el avión, son dos horas y media rumbo a mi ciudad, un teléfono y la libreta negra fue lo único que no documente, no hay mas distracciones, solo nubes y toda una distancia debajo y enfrente de mi, abrí el la libreta, y comencé a leer…
Último escrito del cuaderno.

“……..AMBOS ESTABAN EN EL CUARTO, EL SENTADO, TENÍA SU CABEZA INCLINADA, CASI ENTRE SUS RODILLAS, CON LAS MANOS ENTRELAZADAS ENCIMA DE SU NUCA, SU AMIGA CAMINABA DESPACIO Y SOLO ESPERABA DAR RESPUESTAS, PERO NO SE ATREVÍA HACER UNA SOLA PREGUNTA. –como estas?–, estoy, aún estoy, –estas llorando?– No, no, son los lentes me cansan la vista, –ya es hora, ya llegó–, se levantó, dio un respiro profundo, de un vaso excesivamente cristalino tomó dos sorbos de agua. Tiene mucho tiempo? –No, a lo mucho dos o tres horas–, como esta? –bien, llegó cansada, fue un viaje largo, muy largo, se le nota en el rostro–, llegó sola? –sí, hable con su amiga, y le pedí de favor que llegará dos o tres días mas tarde, que la convenciera de que se adelantara, tal vez la amiga llegue el lunes o el martes, no te preocupes estará sola–, como es?. LA MUJER LO TOMÓ DE LAS MANOS Y CON UN LARGO SUSPIRÓ LE DIJO. –es casi igual o mejor de cómo me la habías platicado, cuando la veas volverás a creer en DIOS¬, te sorprenderá –, es vieja? –no, para nada–, su piel?, –más blanca que la luna–, su sonrisa? –diamantes caen cuando sonríe–, es alta?, –podrás verla directo a los ojos, que por cierto son, dulces, limpios, sin llanto, del color del olivo–, cabello largo o corto?, –largo, lo suficiente para que tus manos se pierdan en el y color claro, tal y como me lo dijiste como el trigo limpio destellante por el sol–, como se llama? –si te interesa el nombre date prisa y termina con esto–, espera que pasó con el joven? –por el no te preocupes, lleva un tiempo viviendo acá, entre playa del Carmen, Cancún Isla Mujeres, es todo un caso el tipo he, pierde cuidado, no elegiste mal el fue una buena decisión– tengo miedo, –lo sé– han pasado tantos años y no pensé que este día llegara a pasar. –pues si no te das prisa ahora si se te va a pasar–, donde esta? –Ahora esta sentada en un bar,– en un bar? Probablemente, ya este alguien con ella. –no te preocupes, esta un poco fatigada, pero con algo de animo, mi amigo le esta sirviendo de platica, me dijo que únicamente le pidió agua em¬¬botellada, ala derecha de ella un cuarentón que no sabe hablar ingles ni español y en medio de ellos una silla vacía y por los demás hombres no te preocupes hay peleas en el televisor–.

EN LA RADIO QUE ESTABA DEL OTRO LADO DEL CUARTO, SE ESCUCHABA TRÁEME LA NOCHE, DE SODA STÉREO, ÉL ENTRÓ AL BAÑO, SE ACERCÓ AL ESPEJO, ABRIÓ LA LLAVE DEL AGUA, Y DOS VECES HUMEDECIÓ SU ROSTRO, MIRÓ NUEVAMENTE SU REFLEJO MIENTRAS EL AGUA ESCURRÍA, BAJÓ DEL CUARTO EN EL QUE SE HOSPEDABA, QUE PARA QUIEN PUEDA UBICARLO ESTA CERCA DEL BLUE PARROT ANTES DEL BABA LOUNGE BAR, NO LLEVABA MAS INDUMENTARIA QUE SU PALABRA.

MIENTRAS DESCENDÍA Y EN VOZ BAJA Y CON LOS LABIOS APENAS ENTREABIERTOS SE CANTABA“….la espera entre las sombras, dios sabrá por que ya es tarde para volver, igual, Traeme la noche no puedo estar despierto mas sin verla…”

lunes, 14 de marzo de 2011

Teresita Tucita capitulo 7 - Parte III

11:45pm
O
12 menos

De ante mano me di cuenta que lo que estaba apunto de leer eran autenticas remembranzas, vivencias, estos no eran cuentos, ni historias ficticias, ni alusiones futuras, tampoco idealizaciones amorosas, me sentía avergonzado conmigo, pues sabía que si comenzaba a leer cualquier página de aquella libreta estaría entrometiéndome alevosamente en la privacidad del autor o bien de los autores, la cerré intempestivamente y la puse entre mis rodillas, intente distraerme con cualquier circunstancia que pasara enfrente de mi y mira que en Playa del Carmen hay muuuchas circunstancias con las que fácilmente te puedes distraer, tome la libreta y repentinamente me puse de pie, para inmediatamente sentarme, nadie me veía, no tenía porque sentirme mal, además para que escribe uno, para ser leído no es así?.


Me dirigí al hostal, con mi culpabilidad en la mano izquierda, para encontrar la ubicación de mi morada ocasional, para encontrar fácilmente mi destino, tenía que localizar figuras que se encontraban en la intersección de las calles, desde lejos logre mirar que varios chicos y chicas de muy poca confianza que se encontraban enfrente de la escalera la cual tenía que subir para llegar a mi cuarto, camine por lo menos veinte metros, pero la silueta de una mujer distrajo todos mis sentidos, la forma en la que se sostenía, sin poses, sin imitación, sin falsedad, -no estaba sola- era acompañada por el chico de playera negra, hice mi caminata más lenta, en un movimiento completamente intencional la mano derecha del chico acomodó el cabello de ella, y como un flash fotográfico, brillo un arete a la mitad de su oreja izquierda, de inmediato supe quien era.


Al acercarme un poco mas a mi destino junto de donde se encontraba la chica rubia con su acompañante, note que él me estaba mirando por encima del hombro de la joven, él se percató de mi presencia, regalándome una sonrisa sarcástica acaricio su nuca con ambas manos, note que utilizaba lentes, pero creo que eso no fue impedimento para estudiarme de una sola mirada, miro con rapidez mi mano izquierda, mi propósito era acercarme a ellos para lograr ver el rostro de la joven, al parecer el dedujo mi intención, y al yo pasar a lado de ellos dos, con una naturalidad sorprendente y descarada logró que ella siguiera su mirada de tal manera que nuevamente ella me dio la espalda, camine aun más lento, tome la libreta entre mis manos y con el único propósito de dilatar el tiempo para ver el rostro de la joven fingí leer, el se dio cuenta mis intenciones de tal manera que alzó la voz para permitirme escuchar parte de su platica –bueno es una manera de invitarte a pasar un rato en la playa- *la playa es publica no necesitas invitación para ir* ambos comenzaron a reír.


Fue muy claro, él pretendía que yo mediera cuenta de los planes que ambos tenían, no se notaba inseguro, el sabía que tanto yo como la joven nos hospedamos en el mismo lugar, y al parecer no le dio la mas mínima importancia, no quise ser mas obvio y con mucha dilación me dirigía a las escaleras que me llevarían al cuarto, sin intriga alguna el miraba mi mano izquierda, así como lo que llevaba en ella.

Al ir subiendo, la joven del arete me rebaso, fue abierta la rejilla que nos permitía entrar a los cuartos, ella me llevaba cinco o seis escalones de ventaja, repentinamente volteó, simule dejar caer la libreta y no deje ver mi rostro, era mi oportunidad, al voltear me di cuenta que el chico la siguió con la mirada, o por lo menos eso quise creer, pues no dejó de verme, su mirada no era agresiva ni retadora, por el contrario era serena, para no parecer oportunista, busque entre mis bolsos monedas que aparenté perder metros atrás, baje los pocas escaleras que llevaba recorridas, a tres o cuatro pasos de él, fingí buscar las monedas en el suelo, mira que hasta me agaché, y en un gestó de solidaridad el chico me ayudó a buscar algo que bien sabía yo, no había perdido.

Es linda no? Dijo.

Encogí los hombros simulando no saber de que hablaba, su actitud serena me desconcertaba, comencé a buscar nuevamente lo no perdido, y él continuó ayudándome, sentí pena por que alguien estaba tomando su tiempo para buscar algo que nunca existió. –Lo encontré, mira aquí esta lo que se te cayó, cuando ibas subiendo las escaleras detrás de ella, de la libreta que llevas en tu mano resbalo este apunte-.

Me quede frio, pues si bien yo deduje que el sabía mis intenciones ahora estoy seguro que esta enterado, además ni siquiera me di cuenta que se cayó algo de la libreta, -cual es el titulo de tu libro?-, no es libro es un cuaderno de apuntes. –déjame verlo- NO contesté.


Arqueo su ceja izquierda y nuevamente me sonrió irónicamente. –debes apreciarlo mucho o tienes frio en la mano porque hace un rato que no lo sueltas-.


Quise retarlo con la mirada, pero el terminó el duelo entregándome la hoja que dijo haberse caído, no le di las gracias y se la arrebate. Me dirigí por segunda ocasión a la escalera, note que miraba insistentemente una de las ventanas del hostal tal vez esperaba que la chica rubia saliera a despedirse o se quedó con la ilusión de que allí albergaba la mejor sonrisa jamás vista.


Descolgué la llave de mi muñeca, abrí mi cuarto y desdoble el pedazo de hoja que me dio “…Me tienes en tus manos y me lees lo mismo que un libro. Sabes lo que yo ignoro y me dices las cosas que no me digo…”

jueves, 10 de marzo de 2011

Teresita Tucita Capitulo 7- Parte II (x Oscar Garcia)

Mi cuerpo me pide ir a dormir, pero es temprano, no puedo ir a dormir estando en Playa del Carmen, (y si detengo a la Rusa) hay no para que todos vean como me grita mejor no, comencé a caminar por la 5ª avenida, en un bar en forma de anfiteatro se proyectaba la pelea de no se quien contra Fitch, cabe resaltar que soy admirador de tiempo completo de las peleas de la UFC, entre una semi multitud, me encontraba en las afueras del bar, dude muchas veces en entrar pues en el no había ni un lugar vacío, mi mirada se proyectó sobre la espalada de una mujer solitaria con cabello rubio, o italiana o francesa o griega, gringa no de eso si estaba seguro, de una de las anteriores nacionalidades debía de haber sido ella, resaltaba un arete a la mitad de su oreja izquierda; a lado de ella un hombre de aproximadamente 40 años de edad, quien dudaba en hablarle, y en medio de ellos dos una silla vacía.


Me retire del lugar para después ir a comprar un café a la tienda CACAO HA, pedí un americano descafeinado, -DESCAFEINADO señorita DESCAFEINADO-, reitere la orden, pues un mes atrás en ese mismo lugar me dieron un café americano completo (el café americano sin descafeinar altera mis sentidos), y quedé mas puesto que un adicto a las pastillas psicotrópicas, lo bueno de ese momento es que había un festival de música electrónica en la playa, y pues aprovechando mi perdida de consciencia, mi momento de alteración y la nube de diamantes resultado de los sorbos de café, sin más ni más me pusé a disfrutar de la electro música sin necesidad de fumar nada de nada, más que saborear mi café con un chingo de cafeína.

-Gracias señorita, esta segura que esta descafeinado?- pagué y me retiré de la cafetería, pasé a la tienda de puros y compré unos cigarros sin filtro, un viejillo cubano que conocí en la isla del ron del puro y de la perdición, me dijo que solo los maricas fuman cigarros con filtro, sea cierto o no, prefiero comprar sin filtro y no caer en apariencias que demuestren lo contrario.

Entre mi piel requemada por el sol, el hambre, mi frustración de la playa y mi poco entendimiento con Olga (la rusa), molesto me dirigí nuevamente al hostal donde ahora estaba hospedado, en el transcurso, el brillo titubeante de un arete logro eliminar todos mis enojos, era el brillo del arete que portaba la misma chica que quince minutos atrás había visto en el bar donde se proyectaba la pelea estelar de la UFC, mi sentido de la oportunidad me empujó a ir donde ella, cabe aclara que nunca vi su rostro pero su porte y cintura anunciaban a una joven atractiva, en una gran bocanada llené mis pulmones de aire, exhalé, di una última fumada, tire mi cigarro (sin filtro) y lo apague con mi pie derecho, sacudí mi cuello, moví mi cabeza en forma circular escuchando el ruido que producía, entrelazándolos troné cada uno de mis diez dedos, me persigné, y fue donde ella, aún seguía vacía la silla que dividía a la chica del cuarentón, todo en mi derredor se detuvo, la gente caminaba en cámara lenta, parecía escuchar cada una de las platicas de todas las personas de aquel lugar, un lente cinematográfico me filmó en 360 grados y captó cada uno de mis movimientos, de mis gestos, de mis miradas, podía escuchar cada uno de los veintiséis puntos dos latidos por segundo que mi rojo corazón producía, entrecerré mis ojos para enfocarla predadoramente, frote mi puño izquierdo con mi palma derecha, y en background pude escuchar una carcajada macabra tenebrosa y lúgubre que mi subconsciente producía, -vengas de donde vengas hoy me conocerás-.


Han visto como queda la pantera rosa cuando inesperadamente es mojada por un balde de agua?

Pues así me quede……


Un chico, poco mas, menos o igual que la estatura de Messi, cabello intencionalmente rapado, pantaloncillos tipo capri o tres cuartos o como quieran llamarle, playera negra que dejaba ver bíceps torneados (y negros) y que a mi primera impresión note que al igual que yo no tomó sus precauciones para cubrirse del sol, y de lentes, se acercó a la chica, a MI CHICA, a la que yo vi primero, a la que por derecho de antigüedad me pertenecía, pues yo la vía antes que él, se acercó a la silla vacía y sin dudarlo se sentó, así como lo leen, yo preparando épicamente el terreno para llegar a ella y este hijo de la chingada, con toda la seguridad y confianza del mundo, se sentó a su lado, llevaba un café, pidió una cerveza y en menos de dos minutos comenzó a conversar con ella……


No, no, no, esto no podía estarme pasando entre mi lentitud con la chica del bar y mi enojo con el ahora nuevo compañero de esta última, ahora sí ya nada podía detenerme iba a golpear al tipo ese, como todo buen macho mexicano que soy, iba a arreglar las cosas a golpes -a chingadazos-, así nada más sin avisar –el motivo?- hablar con la mujer que yo vi primero.

Cuando vi que ella aceptó su compañía, decidí perdonarlo, y retirarme de aquel lugar.


Continúe con mi camino, tratando de olvidar lo anteriormente acontecido, no llevaba nada para distraerme nada, nada mas que enojo y una irritación en toda mi piel, casi con quemaduras de segundo grado, al buscar la llave del cuarto, nuevamente se asomó de una de las tantas bolsas de la mochila que llevo como caparazón, la libreta con forro color negro, recordé a la Rusa como primera instancia, su insistencia en saber quien era Teresita, seguía buscando las llaves, no las encontré y en una arrebato de furia, comencé buscarlas desesperadamente dentro de todas las bolsas de la mochila y empecé a aventar todo lo que tenía dentro de ella, ropa, toalla, sandalias, una sudadera, la libreta, y al recordar que las llaves las tenía colgadas en mi muñeca derecha voltee a mis cuatro hemisferios y me aseguré de que nadie viera mi berrinche y comencé a recoger muy discretamente cada una de las cosas que avente resultado de mi ineptitud y poca capacidad de retención, lo último en recoger fue la libreta negra, la cual quedó en el suelo abierta de par en par, “son estos mis brazos necios que te extrañan tanto”, zas!!! (onomatopeya de una exclamación de asombro), que onda con eso; eran las últimas líneas de un escrito que terminaba una narración de aproximadamente 5 cuartillas, para nada me motivo a leer del contendido de la libreta (pues un hombre como yo no dobla su corazón ante tales palabras), lo que si llamó mi atención fue que la narración y la frase a que hago referencia estaba escrita con una letra que no era la que escribía las historias que le antecedían, esta era letra de un hombre, la caligrafía era muy descuidada pero eso si bien remarcada.


Suficiente, me senté en una banca ubicada metros después del bar donde se encontraba la rubia que se fue con el tipo ese, y lo único que paso por mi mente fue tirarle en voz baja un par de insultos al chico alevoso y burlarme de su calcinada piel, ahora que mi segundo pensamiento fue –y habrá estado bonita la joven del arete?-


Como no tenía otra opción, saque la libreta y desinteresadamente la barajee, como todo mal lector, solo la hojee y comencé a leer de atrás para adelante.
La última historia, estaba seguro la escribió un hombre, la historia no tenía titulo, ni nombres de personajes, era narrada en tercera persona, las últimas líneas decían “son estos mis brazos necios que te extrañan tanto”, Playa del Carmen, la fecha y Toluca, que es Toluca? -No lo se, a la última hoja donde vienen escritas las líneas arriba citadas le fue arrancada una parte, tal vez la parte en que se escribió la última frase, pero como lo había dicho la caligrafía de quien había escrito la última narración no obstante de ser muy descuidada, estaba muy bien remarcada, tanto que en la siguiente pagina quedaron los bordes de lo que al parecer fue el último escrito si miras con detenimiento y un poco de deducción se puede apreciar lo que al parecer dice “ESTÉS DONDE ESTÉS TE BUSCARÉ”.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Teresita Tucita- Capitulo 7 (x Oscar Garcia)

La RusaMe llamo Olga, soy de Rusia y vine solo por cuatro días hoy es el último.



Era linda la mujer que estaba a un lado de mi, quien me pidió que le tomara algunas fotos enfrente de la playa con la salida del sol.



Voy a Cozumel en mi país dicen que es un de los mejores lugares del mundo para practicar el buceo. –No se si sea uno de los mejores lugares del mundo pero de que esta bueno lo esta-. A donde vas?. – Preguntó, su cuestionamiento me resultó demasiado obvio pues ambos íbamos en el mismo ferri rumbo a la Isla de Cozumel, pero no quise ser descortés.



Ya saben cuando estas en un lugar vacacional existen preguntas automatizadas de reconocimiento interpersonal, con un ingles poco fluido me comenzó a dar sus datos personales, localidad geográfica de procedencia, fecha de nacimiento, nacionalidad exacta, gustos personales (musicales, culturales, títulos de libros etc).



Una vez que terminó procedí, a dar un gran trago de agua y comenzó mi turno, mira soy nacido bajo el signo zodiacal GEMINIS así que ya te fregaste por que mi signo dice entre otras cosas que soy bastante complejo y contradictorio suelo ser cortés, cariñoso, amable y generoso. A veces utilizó mis atributos para conseguir objetivos y soy capaz de recurrir a la mentira sin perder mi encanto jajaja, con tal de obtener lo que quiero, mas jajaj, me gusta recibir atención, regalos y halagos (así que apunta la fecha de mi cumpleaños y mi correo). Tengo gran capacidad analítica, así que aguas heee¡¡¡¡¡ me entrego emocionalmente pero rechazó el romanticismo. Tiendo a tener relaciones de pareja cortas porque luego aburre la estabilidad de una pareja, tengo muchos amiguetes y pocos buenos amigos. Haaa eso si, dicen que soy buen tertuliano. Al parecer de tolo lo que dije, se quedó en géminis.



Embarcamos en la isla, pensé en seguirla continuar con la platica que tuvimos en el trascurso a la isla, pero la desesperación por no entender su ingles-ruso, me ofusco durante un rato, parecía que me estaba gritando todo el tiempo (toda la gente me miraba con condescendencia) cuando realmente ella trataba de esforzarse por hacer mas amena la conversación, no se como pero nos perdimos, ya no la vi y supongo que ya no me vio, y no hice el mínimo intento por encontrarla.



Mi hambre me gritaba con furia, me dirigí a buscar el mercado municipal y al encontrarlo opte por poner en práctica uno de los pecados capitales y entonces comencé a comer como un troglodita en competencia, tenía ya un buen rato desde mi estancia en Cancún que no comía de una manera tan deliciosa, bueno eso me parecía a mi, por que al parecer los comensales que me rodeaban pensaban distinto pues note que me miraban de una manera bastante rara casi con miedo, no le di importancia alguna.



Después de pagada la cuenta, me dirigí emprender mi nueva aventura comenzando con la renta de un motocicleta, tenía en mente la nueva motocicleta de Harley Davidson 883 boxter 2011, con un chingo de caballos de fuerza, negra mate, que cuando lo encendiera pereciera un toro de lidia enfurecido, mi segunda opción era la muscle Stone 1200 centímetros cúbicos, que si la anterior tenía caballos de fuerza, esta tenía elefantes rabiosos, sabía que me iba a costar trabajo dominarla pero eso no sería impedimento alguno para mi, porque si no lo había dicho soy mas macho que Pedro Infante, Wolf Rubinsky y cualquier marido golpeador que conozcan.



Después de una búsqueda frustrada de mi motocicleta idealizada, me vi conduciendo un motoneta color rojo deslavado mas vieja que un taxi cubano, le servía solo el freno delantero, la llanta trasera estaba desinflada, tenía un gran agujero donde deposas los pies, no servía el claxon, no tenía espejos retrovisores, con poco menos que dos vasos cuberos de gasolina, cada cinco cuadras se apagaba y para colmo en lugar de hacer el ruido inconfundible de una Harley Davison, parecía que llevaba un panal de abejas detrás de mi, chaaaaa.



Después de esto me fui en busca de mi playa ideal, ya estaba en la isla correcta, tenía la ubicación, el nombre, el vehículo, la panza llena, las ganas, y…….



La Rusa, la Rusa se acordó de mi nombre y comenzó a gritar Oscarrr Oscarrr (así se pronuncia mi nombre en ruso), supe que era ella sin verla, obvio por el acento mandón y altanero, me puso contento verla, intercambiamos planes respecto de nuestro destino en Cozumel, ambos eran completamente diferentes, mientras yo quería estar donde estaba la playa turquesa que tanto había anhelado ella quería bucear, le comente que yo no podía bucear porque el gobierno de mi país me lo tenía prohibido, ya que un año antes al estar buceando al atacarme un tiburón ballena lo tomé por la nariz y lo mate de un cabezazo, claro en defensa propia, ella quedó asombrada ante mi declaración y al parecer entendió que yo no podía ir a bucear a donde ella por lo que había hecho, la realidad y lo que ella no supo es que yo no se nadar y esperarla hasta que emergiera me iba a ocasionar un gran aburrimiento, es por eso que le tuve que inventar una inocente mentirita, por segunda ocasión nos despedimos.





Diez, veinte, treinta minutos, manejando, una hora, dos horas, dos horas y media manejado y no encontré la estúpida playa, me quedaban aproximadamente de cuatro a tres horas de sol, estaba encabronado, como era posible que alguien como yo, no pudiera encontrar una playa entre tanto mar.



Si hubiera querido encontrar la playa mas fea no la hubiera encontrado, deberás, pero la encontré, me vi tomando el sol por mas de tres horas, en la playa mas pinche, bueno ni las playas de Acapulco están tan feas, de haber sabido que la situación iba a estar así, pues tomo el sol en la calle mas enlodada de México, Distrito Federal.



Tome mi moto, con su respectivo panal y con la llanta aún más desinflada, y fui a comprar mi boleto de regreso a PLAYA DEL CARMEN.



Perdí todo un día, buscando una playa que nunca supe si existió.

Algo no andaba bien, las personas me miraban raro, yo me sentía raro, me sentía con algo que diez horas atrás no tenía, ME CARGA LA CHINGADA, no tome mis precauciones, me expuse al astro rey por mas de ocho horas, sin protector, sin casco, sin una gorra, sin una sombrilla, sin palmera alguna, no me puse nada, miren que doy gracias a que migración no me vio por que sino me hubiera deportado a alguna aldea de Mozambique o Zimbabue, señor con la pena el mundial de Sudáfrica se acabo regrésese, ni las palmas de las manos las conserve de mi color, días atrás una mujer me dijo -no tienes color definido de piel para mi es como una piel aceitunada- guau, nunca me habían dicho algo así, y ahora continuaba con eso de la aceituna en la piel pero ahora como aceituna negra.



What happen whith you? La Rusa mi fiel y aguantadora amiga, iba de regreso en el mismo barco que yo, -el destino- que mas que mas puede ser sino el destino que me unía con ella nuevamente, pero a diferencia de mi ella estaba mas que feliz con el tour que se aventó en Cozumel.

Haber mi linda rubia vamos, por pasos, y comencé, donde esta tu hotel, con quien vienes, cuando te vas, vas a cenar, te caigo bien, como te fue, bla bla bla bla……





What do you think about the argentines? me preguntó. –argentinos?- Pues…y eso que tiene que ver con nuestra platica –answerrrr- me dijo, pues nada que juegan bien al fut, que tienen buenos músicos, que todos absolutamente todos se siente orgullosos de su país o por lo menos de su capital, que tienen buenos vinos y que puedes encontrarlos en casi cualquier parte del mundo ja…. A mi me caen muy bien, he conocido un montón de ellos y son muy amables, le dije, por que? le pregunte. Tell me more about of them, contestó, - mmmm. Messi es buen jugador, yo apoyo a estudiantes de la plata, me gusta como canta Gustavo Cerati (o cantaba no se que ha pasado con el), la versuit, los autenticos, los fabulosos, Andrés Calamaro, -dime más. Borges, Eva Perón, Gardel, Quino, el Che Guevara, Fangio Piazzolla, hay ya que mas quieres saber?





Who is TERRESITA? (pronunciación rusa del nombre en diminutivo de Teresa), lo único que se me vino a la mente es la Santa Madre Teresa de Calcuta, nou nou nou nou, i know her.

Mira mija ya estoy desesperándome mejor pregúntame de mexicanos Hugo Sánchez, Pancho Villa, el Sub comandante Marcos, los Mayas, Aztecas, Pedro Infante (Olga por cierto ya te dije que soy mas macho que Pedro Infante?) del Chavo del Ocho, Octavio Paz, Diego Rivera, etc… de ellos estoy seguro que te puedo hablar mas.

Whooooo issssss Terrresitaaaaa?





Llegamos PLAYA DEL CARMEN, la rusa seguía bien intrigada por Teresita, y al momento de preguntarme nuevamente por TERRESITA, sacó de su bolso un cuaderno de apuntes personales, color negro, con hojas color blanco casi un ciento de ellas y muchas de estas con escritos plasmados en tinta, no le tome la menor importancia ninguna deberás. Olga y yo caminamos aproximadamente tres horas entre café y platicas que mas que platicas parecían reproches de su parte (por el acento), nos despedimos, -i dont know how speak spanish take this book, you must understand all the lines-. Me dio las Gracias. Incline la cabeza entre mis manos tome las suyas, y me retire del ADO.

Tengo una mochila de viajero, oakley color negra (casi del tono de mi ahora nueva piel) con más bolsas que un chaleco de reportero de guerra, me ha salido rebuena, antes de colgarla a mi espalda gruesa y fuerte, metí la pequeña libreta dentro de ella, esto sin darle ni una hojeada y nuevamente comencé a caminar por la 5ª avenida, 7:30 pm.